Mi hijo es hiperactivo!, no para un minuto! Las llamadas de la maestra son diarias, siempre con el mismo comentario: a su hijo le cuesta concentrarse en el salón! Tiene una conducta muy alterada, está siempre irritable, no presta atención, son muy pocas las veces que termina las asignaciones dentro del área escolar. En fin, más de lo mismo.
Para empezar, el ADHD o déficit de atención y problemas de hiperactividad en español es una condición que hoy en día está afectando a un sin fin de niños, para ser específicos
9.4% (6.1 millón de niños) incluyendo:
388.000 niños de 2-5 años
4 millones de 6-11 años
3 millones de 12-17 años afectando más a los niños que a las niñas
De acuerdo al CDC, 2016.
El mismo se caracteriza por problemas de atención e hiperactividad, irritabilidad, conducta impulsiva, agresividad, problemas sociales y para interactuar con otros niños, problemas para dormir o conciliar el sueño. (1)
Entonces, ya sabiendo lo que es y cómo afecta lo primero que se nos viene a la mente es ¿cómo lo trato? Como ayudo a mi hijo que fue diagnosticado con ADHD a ser más concentrado en el aula de clases, a que mejore su irritabilidad, a que tenga un sueño reparador y tranquilo, etc.
Lo primero que se nos viene a la mente son los medicamentos. Y es verdad, hay muchos medicamentos que han sido desarrollados para su uso con resultados positivos para los niños que los necesitan una vez que se han agotado todos los otros recursos que nombraré a continuación. Siempre se ha pensado que el ADHD tiene únicamente una connotación genética, sin embargo ya hay múltiples estudios que indican que hay una relación entre llevar una alimentación pobre o deficiente de nutrientes y llena de alimentos vacíos, procesados y llenos de colorantes artificiales, con poco consumo de alimentos frescos con la aparición de los síntomas que comúnmente vemos en los niños diagnosticados con ADHD. De igual manera, se ha asociado llevar una dieta de eliminación en donde se elimine el consumo de alimentos inflamatorios como gluten, caseína, y colorantes como parte del tratamiento de los niños diagnosticados no solo con ADHD sino con autismo (2). En una comunidad en Korea se estudió a un grupo de niños que llevaban una alimentación cargada de grasas saturadas, alimentos procesados, y poco consumo de frutas y vegetales con un rendimiento académico bajo. Sin embargo, la otra población cuya alimentación fue básicamente una dieta mediterránea a base de frutas, aceite de oliva, legumbres, y pescados frescos la incidencia de este diagnóstico fue inversamente proporcional. (2).
Consumo de azúcar y sus consecuencias
¿No les ha pasado que después de que su hijo consume una merienda azucarada inmediatamente se produce un cambio en su comportamiento? Salta, brinca, no para, habla rápido, le cuesta concentrarse, corre de un lado a otro, se ríe mucho. Y seguido a esto les viene como un “bajón” en donde de repente se torna más irritable, llorón, le cuesta prestar atención, inquieto, cambia de humor. Aquí la explicación.
Hay estudios que indican que el consumo de azúcar está íntimamente asociado con un cambio de conducta debido a:
Intolerancia al azúcar manifestado como ese disconfort después del consumo de azúcar o algún alimento azucarado
Hipoglicemia reactiva después de su consumo. Descrito como un abrupto bajón de azúcar al tiempo de su ingestión lo que se traduce en cambios de humor
Disminución del consumo de alimentos con alta densidad de nutrientes. Una vez que el niño consume alimentos altos en contenido de azúcar y colorantes desplaza automáticamente el consumo de alimentos ricos en nutrientes, y es aquí donde vemos las deficiencias. (3)
Es importante destacar que desde el punto de vista genético, si se ha determinado que hay un trastorno en los genes relacionados con los neurotransmisores de dopamina. La dopamina es un neurotransmisor asociado a alegría, relajación, motivación, conducta, placer y recompensa. Sin embargo, el consumo constante de azúcares y colorantes lleva a una disminución de sus receptores. Esta disminución lleva al niño a consumir más azúcar para compensar esta deficiencia y poder encontrar el placer que tanto necesita. Si es verdad que los niños con ADHD consumen o les gusta consumir más azúcar que otros niños, lo que se conoce como adicción al azúcar y cuya consecuencia a largo plazo podría ser la obesidad (4).
Deficiencia de micronutrientes
Como mencionamos más arriba, el consumo de alimentos ricos en nutrientes en estos niños es bajo siendo el hierro uno de los más afectados (pero no el único) trayendo ciertas consecuencias. El hierro, es un componente fundamental de otras proteínas como la hemoglobina, mioglobina, y otras enzimas. Pero al mismo tiempo, interviene en la producción de ciertos neurotransmisores como la dopamina. Hay estudios que asocian un nivel de ferritina bajo o deficiencia de hierro con el diagnóstico del ADHD (5).
Al mismo tiempo, la deficiencia de vitamina D, vitamina B12, ácidos grasos esenciales, magnesio y zinc también se les ha visto involucrado con el ADHD (1) (3) (6)
Tratamiento nutricional
Por todo lo antes mencionado, cabe esperarse que el consumo de una alimentación balanceada en donde haya un adecuado consumo de frutas y vegetales, grasas de buena calidad y proteína de buena calidad deben ser parte fundamental del tratamiento de los niños con ADHD. Por otro lado, es importante determinar si el niño diagnosticado con ADHD presenta alguna sensibilidad alimentaria. Estos niños son más propensos a tener sensibilidades alimentarias y a sufrir de problemas gastrointestinales como constipación, diarrea, dolores estomacales, problemas malabsortivos y manifestaciones no gastrointestinales como eczema, dermatitis, migrañas, infecciones de oído a repetición, y asma. La sensibilidad alimentaria es la respuesta inmunológica tardía del cuerpo ante el constante contacto con el mismo agresor, en este caso el alimento, generando una respuesta inflamatoria sistémica o generalizada. Los alimentos más señalados por producir esta respuesta de sensibilidad son el gluten y la caseína. Es por ello que mi recomendación es eliminar estos dos alimentos con sus respectivos derivados por al menos 4 semanas y observar esto es lo que se conoce como dieta de eliminación. Buscar ayuda profesional y acudir al nutricionista o dietista para poder llevar a cabo este tipo de plan de alimentación y así evitar caer en deficiencias.(6)
Acidos grasos escenciales
La deficiencia de ácidos grasos esenciales (omega 3 y omega 6) y fosfolípidos es otra de las deficiencias nutricionales. Los mismos, son parte fundamental de la estructura y función neuronal y deben ser suplidos a través de la dieta. El cerebro y el sistema nervioso central, dependen única y exclusivamente de estos nutrientes esenciales especialmente durante periodos críticos como el crecimiento. Es importante destacar que mucho hemos escuchado acerca del omega 3 y el omega 6 los cuales deben estar en un balance. Lamentablemente, la alimentación que llevamos hoy en día, tiende a tener más contenido de alimentos altos en omega 6 los cuales se conocen por su efecto inflamatorio como son el aceite de canola, aceite de girasol, y aceite de maíz y poco omega 3 que se conocen por su efecto antiinflamatorio (salmón, nueces, linaza). Los omega 3 (EPA: ácido eicosapentaenoico y DHA: ácido docosahexaenoico) mejora la recepción de neurotransmisores en cerebro. Es muy común ver niños diagnosticados con ADHD que muestran deficiencias de EPA lo cual se manifiesta en: piel y pelo seca, eczema, problemas de comportamiento, excesiva sed. Es por ello que se hace imperativo corregir esta deficiencia y la suplementación es una de las vías por preferencia (7)
Magnesio y Vitamina B6
El magnesio está involucrado en más de 300 reacciones enzimáticas, es decir, el magnesio lo necesitan muchas area de nuestro cuerpo y enfocándonos en este tema, el mismo ayuda a la regulación del azúcar, muy importante para ayudar a estos niños a estar calmados y concentrados pero también para dormir mejor. Este último, punto crítico porque ellos a veces no duermen bien. Ese cerebrito se queda dando vueltas toda la noche. Esa falta de sueño se traduce en más cansancio al siguiente día y ese cansancio el niño lo busca compensar con un mayor consumo de carbohidratos (azucarados!) produciendo nuevamente más problemas para dormir.
Así que el magnesio, es uno de los suplementos más importantes en estos niños y el mismo debe ser “casado” con la vitamina B6. Juntas no solo funcionan mejor sino que se complementan siendo esta última un factor importantísimo para producir GABA el cual es un neurotransmisor de calma y tranquilidad.
La suplementación con magnesio y su cofactor la vitamina B6 han mostrado excelentes resultados puesto que ambos están involucrados con el aprendizaje y la memoria, pero tambien comportamiento, impulsividad, agresión y problemas del sueño (8)
Aquí las recomendaciones dietéticas
Descartar sensibilidades alimentarias: estudios indican que 62% de los niños que llevaron únicamente la dieta de eliminación sin ningún otro tratamiento adicional mejoraron en un 50% su conducta. Y esos niños que siguieron la dieta de eliminación ya no cumplian con los criterios del DSM-IV para ser diagnosticados con ADHD
3+2: 3 comidas principales y 2 meriendas
Evitar los carbohidratos refinados y los azúcares: como: harinas, cereales, galletas, panes, dulces, helados, cremas y helados con azucar
Suplementar con ácidos grasos esenciales de omega 3. En donde EPA + DHA = 1000 mg para niños chiquitos, 1500mg para niños más grandes y 2000mg adolescentes y adultos. Fuentes naturales de omega 3 son: salmón, sardinas, almendras, nueces, linaza semillas de auyama
Eliminar los alimentos procesados y cargados de azúcares y colorantes
Alimentos orgánicos, revisar la lista de los 12 alimentos identificados por el USDA como los más cargados de pesticidas. https://www.usda.gov/topics/organic
Aumentar el consumo de fibra a través de granos como caraotas, lentejas, garbanzos y quinoa. La fibra amortigua el efecto del azucar en sangre evitando los picos elevados.
Magnesio y vitamina b6: los mismos, son necesarios para la producción de GABA el cual es un neurotransmisor asociado a la relajación y la calma y así disminuir problemas de agresión e irritabilidad
Hierro y zinc: solo en niños que se hayan diagnosticado una deficiencia
Multivitamínicos: sobre todo para aquellos niños cuya ingesta y hábitos de alimentación no son los más adecuados
Es importante destacar, que cada niño debe ser evaluado de una manera individual y en base a ello, crear la estrategia nutricional y de suplementación adecuada para así brindarle mayor calidad de vida y hacer de ese niño un niño exitoso no solo en el ámbito académico sino también en lo social y familiar.
Del-Ponte, B., Anselmi, L., Assunção, M. C. F., Tovo-Rodrigues, L., Munhoz, T. N., Matijasevich, A., ... & Santos, I. S. (2019). Sugar consumption and attention-deficit/hyperactivity disorder (ADHD): A birth cohort study. Journal of affective disorders, 243, 290-296.
Wang, L. J., Yu, Y. H., Fu, M. L., Yeh, W. T., Hsu, J. L., Yang, Y. H., ... & Chiang, B. L. (2019). Dietary Profiles, Nutritional Biochemistry Status, and Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder: Path Analysis for a Case-Control Study. Journal of clinical medicine, 8(5), 709.
Yu, C. J., Du, J. C., Chiou, H. C., Feng, C. C., Chung, M. Y., Yang, W., ... & Chen, M. L. (2016). Sugar-sweetened beverage consumption is adversely associated with childhood attention deficit/hyperactivity disorder. International journal of environmental research and public health, 13(7), 678.
Johnson, R. J., Gold, M. S., Johnson, D. R., Ishimoto, T., Lanaspa, M. A., Zahniser, N. R., & Avena, N. M. (2011). Attention-deficit/hyperactivity disorder: is it time to reappraise the role of sugar consumption?. Postgraduate medicine, 123(5), 39-49.
Islam, K., Seth, S., Saha, S., Roy, A., Das, R., & Datta, A. K. (2018). A study on association of iron deficiency with attention deficit hyperactivity disorder in a tertiary care center. Indian journal of psychiatry, 60(1), 131.
Pellow, J., Solomon, E. M., & Barnard, C. N. (2011). Complementary and alternative medical therapies for children with attention-deficit/hyperactivity disorder (ADHD). Alternative Medicine Review, 16(4), 323.
Lacorte, E., Gervasi, G., Bacigalupo, I., Vanacore, N., Raucci, U., & Parisi, P. (2019). A Systematic Review of the Microbiome in Children With Neurodevelopmental Disorders. Frontiers in neurology, 10.
Mousain-Bosc, M., Siatka, C., & Bali, J. P. (2011). Magnesium, hyperactivity and autism in children. In Magnesium in the Central Nervous System [Internet]. University of Adelaide Press.
Comments